Mecanismos y consejos de seguridad del ex comisario jefe del Cuerpo Nacional de Policía, José Francisco Roldán
La Asociación de Empresas de Seguridad de Albacete, AESAB, integrada en la Confederación de Empresarios, FEDA, con el compromiso de años de experiencia de trasmitir conocimiento, confianza y seguridad a la sociedad, traslada mecanismos y consejos de seguridad con la colaboración de José Francisco Roldán Pastor, ex comisario jefe del Cuerpo Nacional de Policía. Por su interés, reproducimos íntegramente el artículo:
El nombre, ciertamente peyorativo, a veces, arrastra la rémora de un olvido y dedicación, aunque no sea más que por la potencia a una puerta, porque es evidente que algunas personas guardan en estos reductos auténticos tesoros. Y si no, que se lo digan a los que regresan del pueblo después de acaparar generosos recuerdos de la matanza. O esa colección de conservas que durante el verano hemos preparado al “bañomaría” con la esperanza de una escalonada degustación de lo selecto.
Precisamente, por esa consideración secundaria, y aún más, el que se encuentren alejados de la vivienda, acomodados en sótanos o últimas plantas sin protección, los delincuentes, que sospechan usos y costumbres, acuden a ellos para apoderarse de objetos de muy buena condición.
En las casas, como hemos recomendado otras veces, se habrán instalado protecciones de calidad. Habrá puertas, prácticamente, inexpugnables, por las que pagamos bastante dinero, ya que merecía la pena proteger nuestras propiedades y espacios más íntimos.
En los trasteros, que no protegemos del mismo modo, también almacenamos bienes importantes, ya sea en valoración económica o sentimental, por eso es conveniente prestarles atención. Primero instalando puertas y cierres que resistan un golpe o palanca con solvencia, pero también, y es fundamental, todos los vecinos del edificio han de procurar ofrecer accesos colectivos con poder de disuasión o resistencia física, pues los ladrones tienen la ventaja de la soledad y esa lejanía que no permite escuchar los golpes.
Además de la protección física, a la que podemos añadir un dispositivo de alarma, es esencial una atención permanente sobre la puerta de entrada al edificio o garaje. Se nos olvida demasiadas veces esta medida de precaución. Los ladrones deben entrar por algún lado, y no tienen más que llamar al telefonillo del portal, esperar la salida o entrada de personas, o la misma operación si se trata de vehículos. Los olvidos o prudencia excesiva ante la presencia de extraños nos pueden causar disgustos.
Es fundamental la colaboración de todos los vecinos, tengan trastero o no. Hemos de estar vigilantes para comprobar detalles que puedan hacernos sospechar, y dar aviso al 091. Puede cometerse un error, pero no importa, es mejor adelantarnos al delito o acelerar la llegada de la Policía para impedirlo o sorprender a los autores.
Quienes observen comportamientos dudosos o personas sacando objetos del edificio, si tenemos capacidad para impedirlo, más aún si hay varios vecinos presentes, no dudemos en intervenir para evitar la fuga y recuperar lo robado, eso sí, llamando pronto a la Policía, que se hará cargo de la situación.
La Ley nos permite intervenir para proteger la integridad o bienes propios o ajenos, aunque nos advierte que nuestra actuación debe ser proporcionada a la situación de emergencia. No es legal aplicar lo que llaman la justicia inmediata, para eso están las instituciones oficiales. Debemos actuar, si no hay riesgo evidente, para evitar esos robos.
Ya sea directamente o por medio de llamadas, anónimas o no, es muy importante intervenir pronto para ahorrar disgustos ajenos o propios. La pasividad de quienes ven algo puede perjudicar gravemente los intereses de un vecino.
Mejorar la fortaleza de las puertas de acceso a la zona de trasteros. Cada uno, teniendo en cuenta lo que deba proteger, opondrá la resistencia adecuada, que puede llegar a dispositivos de alarma y conexiones con centrales.
La colaboración es esencial, porque la Policía jamás sorprenderá a un ladrón en la zona de trasteros, si no hay aviso previo y facilidad para llegar pronto al lugar donde se sospecha que están robando.