La Asociación considera que los hosteleros son “injusta diana de todas las restricciones que, además, no han logrado revertir la curva de contagios”
Desde ADISAB, Asociación Provincial de Distribuidores de Bebidas y Alimentación de Albacete, integrada en FEDA, y que preside Carlos La Orden, se manifiesta el total y absoluto apoyo al sector de la hostelería, que está siendo “injusta diana de todas las restricciones motivadas por la pandemia y que están condenando a muchos empresarios de este sector a la desaparición por perdidas económicas que ya son inasumibles”.
Se viene observando y constatando que el cierre de la hostelería no alivia los picos de contagios, que se siguen produciendo y las medidas de nivel 3, que se vienen prorrogando en varios municipios de la provincia incluida la capital, no han hecho más que empobrecer más, si cabe, a un maltrecho sector que es muy importante para la economía de nuestra ciudad y su provincia.
Los distribuidores que integran ADISAB dependen, en más de un 90 % de sus ventas y facturación, de la hostelería, siendo solamente menos de un 10% lo que representa el peso de la alimentación. Por ello, las empresas de la Asociación vienen acumulando pérdidas considerables, como consecuencia de una caída acumulada, en torno al 40%, de las ventas en el aciago año 2020. También es importante reseñar el adelgazamiento de sus plantillas y abultado número de empleados que se encuentran en situación de ERTE.
La Asociación apunta su sorpresa que en una situación tan dramática y siendo este sector productivo muy relevante, “ninguna institución local o regional se haya puesto en contacto con nosotros, ni tan siquiera para interesarse por nuestra situación, cuanto ni más para ofrecer ayudas con las que salvar la destrucción o desaparición de nuestras empresas”.
Por todo ello, desde ADISAB se solicita recuperar las medidas de nivel 2 para todos los municipios que se encuentran en nivel 3, con todas las restricciones que ello lleva consigo, para evitar más daños económicos a la vista de no haber podido conseguir el objetivo principal de revertir la curva de contagios.