Estos pequeños negocios, regentados mayoritariamente por autónomos, han visto reducida su actividad en un 75%, sobre todo por la ausencia de celebraciones
La Asociación Provincial de Tintorerías de Albacete integrada en FEDA, ha celebrado la Asamblea General más difícil desde su fundación en 1989.
La crisis ocasionada por la Covid-19 sentenció al sector de tintorerías a una muerte lenta que se remonta al inicio de 2020, cuando con el estado de alarma declararan a las tintorerías como “actividad esencial”, permaneciendo abiertas aun no teniendo actividad. La mayoría de los negocios del sector están dedicados a la atención de pequeños encargos domiciliarios, fuera de las grandes lavanderías industriales que realizan el lavado de hospitales y residencias por lo que no se entendió esta decisión, temiendo que pudiera repercutir en las ayudas percibidas en el futuro.
Precisamente esta declaración de esencial es lo que ha provocado que la Asociación, representante del sector, lamente que sean las olvidadas en las recientemente publicadas subvenciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, dirigidas al mantenimiento de las personas trabajadoras autónomas y pequeñas y medianas empresas, en las que los CNAE de “lavado y limpieza de prendas textiles y de piel” han quedado exentos de las ayudas que se centran en hostelería, turismo y comercio minorista.
Según palabras del presidente de la Asociación, Jose Vicente López, gerente de Teñipiel “este es un gran agravio comparativo, teniendo en cuenta que las tintorerías no han tenido ni un respiro desde que se inició la pandemia. No ha habido casi celebraciones, principal sustento de las personas que viven de este sector”. Además, completa Francisca López, secretaria de la Asociación y dueña de Tintorería Caser, “la mayoría de los tintoreros somos autónomos y debemos seguir al frente de nuestros negocios sin ayuda de nadie, las facturas se nos acumulan y los gastos de electricidad por el encendido de las máquinas aunque sea a media carga, nos comen”.
Además, a pesar de la consideración de actividad esencial, el IVA aplicado en los servicios de tintorería es del 21% lo cual también supone una contradicción y no ayuda a incentivar el consumo de sus usuarios.
La disminución de la facturación en el sector de tintorería, en la mayoría de casos, ha superado el 75%, lo que supondrá, a juicio de la Asociación, que muchos de estos pequeños negocios no puedan aguantar más si no se reanudan las celebraciones, cerrando un 90% de las empresas a finales de año según estimaciones del presidente.