Zapatero logra en la cena que CEOE no den portazo a la negociación
El diálogo social afrontaba ayer una jornada frenética y decisiva. Las sensaciones previas entre los agentes sociales no eran buenas. Pesimismo. Y a tenor del resultado de las primeras citas del día, las sensaciones se convirtieron en hechos. Tras dos meses de negociaciones para lograr un acuerdo antes de agosto, ayer el desencuentro entre sindicatos, patronal (CEOE) y Gobierno era total, según los agentes sociales. Pero en la última cita del día, la cena que Zapatero mantuvo con sindicatos y patronal que finalizó a la una de la mañana, el presidente logró al menos que la CEOE se comprometiera a matizar el rechazo radical que había dado a la propuesta del Ejecutivo en la reunión que habían mantenido por la tarde los equipos negociadores.
Pese a este compromiso, las posiciones al final del encuentro se mantenían muy alejadas. Incluso, fuentes de la negociación explican que en la cena la postura de la patronal fue similar a la mantenida en el encuentro de la tarde, salvo por el compromiso de que hoy enviaría un "papel" al Gobierno con matizaciones sobre el frontal rechazo a su última propuesta. No falta quien afirma que tras los episodios de ayer el anhelado pacto social antes de agosto queda así aplazado hasta septiembre.
A la cena acudieron, además del anfitrión, el presidente del Gobierno, los secretarios generales de CC OO (Ignacio Fernández Toxo) y UGT (Cándido Méndez) y los presidentes de CEOE (Gerardo Díaz Ferrán) y Cepyme (Jesús Bárcenas). También se sentaron a la mesa la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. En ella se acordó que una vez leído el papel de la patronal, los empresarios patronal mantendrían reuniones bipartitas con sindicatos y Gobierno, según informan fuentes de la negociación.
Antes de este encuentro, a las cuatro y media de la tarde, los negociadores de las tres partes se vieron las caras para fijar su posición sobre el texto que el Gobierno había presentado el lunes. La patronal rechazó la propuesta. En el citado documento, el Ejecutivo ofreció como medidas más importantes el recorte en punto y medio de las cotizaciones sociales (medio punto de forma permanente y uno en 2010) y una renta de 420 euros para parados sin renta durante seis meses.
"Han llegado a decir que no están de acuerdo ni con la orientación del texto", afirmaron fuentes sindicales al finalizar la reunión de la tarde. Pero a pesar de la enmienda a la totalidad que planteó la patronal, sus negociadores se ofrecieron a continuar los contactos. En este punto, los interlocutores del Gobierno les respondieron que no tenía sentido seguir viéndose y que si la CEOE cambiaba de postura, les avisara.
Los sindicatos, por su parte, aunque no están de acuerdo con el borrador del Gobierno, sí se mostraron dispuestos a que sirva como base de negociación, afirmó Toni Ferrer, de UGT. No obstante, su enfado era considerable. "La patronal ha venido a boicotear el diálogo social. A estas alturas del partido [en referencia a los dos meses de negociaciones] esto es dar una patada a la mesa", criticó Fernando Lezcano, de CC OO.
En el encuentro, los negociadores de la patronal habían seguido al pie de la letra el guión redactado por la mañana. Allí, horas antes, se había reunido el comité ejecutivo de la CEOE. Esta convocatoria parecía un movimiento para lograr un aval al rechazo a la propuesta del Ejecutivo. Y así fue, pese a que algunos grandes empresarios españoles ya comienzan lanzar mensajes de que es necesaria una mayor flexibilidad negociadora en la CEOE.
Pero la negativa de la patronal iba más allá. Se extendía a todo el documento y volvía a temas ya fuera de la discusión. La CEOE exigió que el acuerdo recogiera mayores recortes de cotizaciones sociales, que el absentismo sea considerado como causa de despido, mayor desregulación del contrato a tiempo parcial, colaboración de las agencias privadas de colocación con los servicios públicos de empleo y un compromiso de abrir el debate sobre la reforma laboral en septiembre.
En este marco, el margen de maniobra de Zapatero para arrancar un acuerdo en la cena de anoche era estrecho. De hecho no ofreció nada nuevo como esperaba alguno de los agentes sociales.
El ministro advierte que el Gobierno tomará medidas
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha afirmado hoy que el Gobierno sigue apostando por el diálogo social pero ha advertido de que, si no es posible un acuerdo, adoptará medidas para "gobernar en interés general de los ciudadanos y las comentará bilateralmente con quien considere oportuno". En declaraciones a RNE, Corbacho ha cargado la culpa del fracaso que acumulan las negociaciones a la patronal tras la fallida cena de ayer con el presidente Zapatero y ha insistido en que el Ejecutivo no puede asumir la petición de rebaja de 5 puntos en la cotización a la Seguridad Social porque pondría en riesgo el sistema de pensiones.
Por su parte, el líder del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha negado hoy a comentar el desencuentro de ayer en La Moncloa. Preguntado por los periodistas sobre las negociaciones durante la inauguración de un Parador en Alcalá de Henares, Zapatero ha remitido a los medios al Consejo de Ministros que se celebrará mañana.
Cobacho, aunque ha valorado que los empresarios están dispuestos a rebajar su pretensión a 3,5 o 4 puntos "haciendo un esfuerzo", ha declarado que esta cifra tampoco es asumible. En su lugar, ha reiterado la propuesta del Gobierno de medio punto de rebaja "universal y permanente" y de 1 punto para 2010. El ministro ha recordado que la patronal pidió ayer un plazo de 24 horas para matizar sus propuestas, pero ha criticado que el diálogo social no se puede centrar en hablar de porcentajes.
Preguntado por si el Gobierno está más cerca de los sindicatos que de los empresarios, Corbacho ha aseverado que de lo que está más próximo es del "sentido común". No obstante, ha dejado entrever sus cartas al recordar que, actualmente, la contratación de un desempleado conlleva bonificaciones del cien por cien, por lo que ha considerado que no es cierto que si se rebajan las cotizaciones a los empresarios vayan a contratar a gente en los próximos meses. Por el contrario, ha alabado la madurez de los sindicatos.
En cualquier caso, ha defendido que el documento presentado por el Gobierno no elude ninguna de las materias que plantea la patronal y lo ha calificado de "buen documento de partida". Según su opinión, en momentos de crisis, un acuerdo entre agentes sociales tiene mucho valor por la confianza que infunde en la sociedad, algo que los empresarios deberían valorar.
UGT espera que la CEOE "reconsidere" su postura
En cuanto a los sindicatos, el secretario de acción sindical de UGT, Toni Ferrer, ha afirmado hoy que espera que la CEOE "reconsidere" su postura y regrese a una línea "razonable" en la que no planteen reformas del mercado laboral que supongan "empeorar" el empleo y "abaratar" el despido. Además, ha recordado que la patronal se ha comprometido a enviar hoy un nuevo documento a los sindicatos para "matizar" su propuesta sobre la rebaja de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social.
Ferrer ha explicado que durante la cena en la Moncloa que mantuvieron anoche con Zapatero, la CEOE "reiteró" sus argumentos de "desacuerdo" sobre las cuantías económicas que plantea el Ejecutivo en torno a las reducciones de las cuotas sociales.
Desde Andalucía, el presidente autonómico, José Antonio Griñán, ha advertido hoy a la CEOE que proponer rebajas de 5 puntos en las cotizaciones sociales supone romper el consenso del Pacto de Toledo sobre las pensiones que "es modélico" en la UE. Además, ha pedido al PP que no incurra en "demagogias fáciles, torpes y que no tienen ningún sentido". Griñán ha recordado su condición de "experto" en el diálogo social tras su paso por el Ministerio con el Gobierno de Felipe González para afirmar que "se ha metido de rondón" la rebaja de tipo de cotización que es una "variable fundamental" y "forma parte" del Pacto de Toledo, el "intangible más valioso que tiene la sociedad española".
Fuente: elpais.es