Los empresarios rechazan que se penalice los rendimientos del capital
La Junta Directiva de FEDA, en su última reunión, ha expresado su más rotunda oposición a cualquier subida de impuestos, atendiendo al proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2010, especialmente del IVA, en dos puntos, del IRPF y de los rendimientos del capital, ya que considera que, de producirse, tal medida penalizará aún más el consumo y repercutirá en la creación de puestos de trabajo y de nuevas empresas.
Además, los empresarios que constituyen la Junta Directiva de FEDA, presidentes de asociaciones sectoriales, han considerado un “grave error” que el Gobierno vaya a subir los impuestos, sobre todo el IVA, porque irá en detrimento del consumo y de la competitividad de las empresas. Y más teniendo en cuenta que más del 90% de lo que producimos en la provincia es para el consumo interno de todo el país.
Para los empresarios, la subida de impuestos va en contra del crecimiento y de la creación de empleo. La Junta Directiva de FEDA advirtió que la subida del IVA y de otros impuestos traerá “más complicaciones para las pymes, los autónomos y sectores como el comercio”, y no debería aprobarse en un momento de desconfianza del consumo como el que se está viviendo actualmente.
Respecto a la subida de tres puntos sobre el rendimiento del capital, la Junta Directiva apuntó que “es mortal para los empresarios, ya las empresas necesitan capital para desarrollar sus proyectos. En definitiva –se dijo- somos consumidores de dinero para seguir generando riqueza y empleo”.
En estos momentos, a juicio de los empresarios, la economía necesita incentivos fiscales, como están haciendo otros países que ya están saliendo de la recesión, y no grabar el consumo con la subida del IVA y penalizar los rendimientos del capital, cuando la sociedad española es deficitaria del mismo y necesita para su desarrollo normal un capital externo a esta nación y a esta provincia de más de 600.000 millones de euros y de 4.500 millones de euros en el caso de la provincia de Albacete.
Con estas medidas, los empresarios temen la huida del capital hacia otros países emergentes, quedándose sin posibilidades de financiación para sus proyectos.
Los 600.000 millones de euros es suponiendo que todo el ahorro que produce el país se quede en territorio nacional, pero si se penaliza el rendimiento del capital lo normal es que se vaya y el capital externo no venga.