+34 967 217 300  feda@feda.es

El textil pierde el 50% del empleo por la crisis y las falsificaciones

Miércoles, 28 Julio 2010
Las imitaciones incautadas por la policía estaban en naves industriales
A simple vista, quizás no haya ninguna diferencia entre una prenda de marca y una falsificación. Mismo color, mismo tamaño, hasta el logotipo de la empresa aparece donde debería estar. Como son prácticamente iguales, muchos ciudadanos compran estas imitaciones por un 75% menos de lo que cuesta la prenda original. Y este hecho, unido a la crisis que está golpeando al sector textil de la provincia, hace que las empresas se encuentren en una situación crítica.
 
En el pasado año, en las intervenciones realizadas por los diferentes cuerpos de seguridad del Estado, el 93,3% de las intervenciones por delitos contra la propiedad industrial en Castilla-La Mancha fue en objetos del sector textil. Una cifra astronómica que refleja las dificultades que tienen los comerciantes para lidiar con aquellos que distribuyen estas piezas ilegales. Lorenzo López, presidente de la Federación de Comercio de Albacete, indica que las falsificaciones «están causando un perjuicio al comercio enorme, y en esta época de crisis todavía más. Hay que atajarlo de alguna manera, porque la situación es ya inaguantable».
 
Esta situación ha llevado a que en pocos años se hayan reducido drásticamente los empleos en el sector. De 2009 a 2010, los empleos se han reducido en un 50 por ciento. En el polígono Campollano se ha pasado en tan solo cinco años de 1.200 trabajadores del textil a los 300 que existen en la actualidad. Así, sólo quedan cinco empresas dedicadas a este sector en la capital albaceteña.
 
Juan Alfaro, presidente de la asociación de empresarios del textil de Albacete, explica que hay una «crisis profunda en un sector totalmente en declive, no sólo en Albacete, sino en toda Castilla-La Mancha, por la huida de las comercializadoras para encontrar mano de obra barata». En esa búsqueda para recortar gastos, las empresas se dirigen al país que más barato les salga, sea China o India, porque «manufacturar aquí en España sale ya muy caro», indica Juan Alfaro. Así, las únicas opciones del sector pasan por crear productos de calidad alta e intentar colocarse en el panorama internacional, aunque la coyuntura económica no sea la mejor para empezar ahora.
 
Almacenadas en naves
 
Las falsificaciones incautadas se encuentran almacenadas en su mayoría en naves industriales de los polígonos de las ciudades, y es allí donde acuden directamente los compradores. Es difícil saber cuáles son estas naves, por eso desde la Federación de Comercio animan a que se denuncien estos casos. «Muchos no lo hacen, pero pueden tener un familiar o amigo con una tienda de ropa que a lo mejor tiene que cerrar porque no vende su género», explica Lorenzo López.
 
Los comerciantes son conscientes de los riesgos que conlleva vender ropa falsificada como verdadera, por eso son muy pocos los que lo hacen. Si son detectados, las distintas organizaciones tramitan la denuncia para evitar que se sigan comercializando. Juan Alfaro cree que vender falsificaciones es cavar su propia tumba: «Hay rumores, pero yo creo que no hay comerciantes que lo hagan. Cualquier vendedor que se precio no lo haría, porque si lo pillan automáticamente se corre la voz y se le hunde el negocio en cuatro días». Para solucionar este problema, Lorenzo López propone cambiar la ley para que salgan más caros estos delitos contra la propiedad industrial: «Hay que endurecer las penas para todos los que se dedican a copiar. El delito en este país sale barato».
 
Las prendas también se distribuyen por Internet
 
Además de la venta en las naves y los típicos puestos de manteros en las calles, en los últimos años se está desarrollando la venta a través de Internet. Los falsificadores crean páginas con tiendas virtuales, alojadas en webs de países del extranjero, que simulan ser portales online de las marcas originales. Se anuncian en páginas de compraventa, y se puede contactar con ellas a través del chat o el correo electrónico. Así, el usuario realiza su pedido y el falsificador no tiene que almacenar grandes cantidades de prendas falsificadas, impidiendo a su vez que la policía incaute esta cantidad.  

Los proveedores de estas páginas web residen en países asiáticos, desde donde parte la falsificación directamente del punto de origen al comprador en España, sin pasar por las manos del responsable de la tienda virtual. Para crear una de estas páginas, no es necesario tener conocimientos informáticos elevados. Además, la accesibilidad de la red permite realizar todo el trabajo desde el domicilio del contacto, con una mínima infraestructura. Las falsificaciones que se ofrecen en estas páginas web suelen aportar certificados de autenticidad falsos, por lo que no se puede reclamar con ellos si existe algún problema posterior a la venta.

Fuente: laverdad.es

Valora este artículo
(0 votos)

Únete a nosotros! Escríbenos, llámanos al 967 217 300 o visítanos.