El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, los presidentes de CEOE y Cepyme, Juan Rosell y Jesús Terciado, y los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, estamparon su rúbrica a un acuerdo que, a su juicio, ayudará a la recuperación económica.
Zapatero señaló que el pacto supone la «refundación» del consenso entre el Gobierno y los agentes sociales y añadió que los mejores resultados se obtienen «cuando se trabaja en equipo». Además, alabó el «espíritu constructivo y la buena voluntad» de empresarios y sindicatos en momentos que parecían «insuperables».
El presidente subrayó que el acuerdo «no es menor», sino un gran pacto de futuro que dará energías a la sociedad, porque España es un nación «que sabe ponerse en pie y volver a caminar».
En el mismo sentido se expresó el ministro de Trabajo, quien consideró el acuerdo como un «éxito colectivo» que dará confianza a la economía al tiempo que valoró la «visión de Estado» de los interlocutores sociales.
Aunque todos los firmantes, como colofón del acto, juntaron sus manos para corroborar la imagen de consenso, horas antes Toxo advertía de las discrepancias que en materia de energía tienen sindicatos y patronales.
Factura eléctrica. El documento ha dejado fuera una revisión de los componentes del precio de la electricidad, cuyos aspectos junto al resto de las políticas energéticas se debatirán en la segunda fase de la negociación.
Aún así, Toxo señaló que el esfuerzo por cerrar un pacto «ha merecido la pena», y que no se trata de un «envoltorio» al acuerdo de pensiones, sino que sus contenidos tienen significación propia.
Por su parte, Méndez insistió en que la fecha de ayer «no se puede entender» sin la del 29 de septiembre, cuando se convocó la huelga general y subrayó que sigue abierto el contencioso contra la reforma laboral.
Ambos líderes sindicales instaron al Gobierno a no hacer un uso partidista ni tratar de rentabilidad electoralmente el pacto y le pidieron que haga un esfuerzo para sumar a las fuerzas políticas.
Entretanto, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, valoró especialmente el acuerdo y dijo que no se trata solo de un «titular», sino que «esta reforma tiene «contenido».
Más crítico se mostró el dirigente de Cepyme, Jesús Terciado, quien alabó el acuerdo, pero señaló que «no es suficiente» para resolver los problemas de financiación de las pymes.
Aunque el acto se celebró con la ausencia de los portavoces parlamentarios, Zapatero pidió a los partidos que respalden este acuerdo para que así sea «norma eficaz en el menor tiempo posible».