La alcaldesa ha pedido informes oportunos, así como la prohibición del botellón
Nueva peatonalización frustrada de la calle del Rosario. La alcaldesa de Albacete, Carmen Bayod, se ha comprometido con los comerciantes a «despeatonalizar» esta emblemática vía albaceteña.
La 'pseudopeatonalización' iniciada por el anterior equipo de gobierno socialista apenas ha durado tres meses. Se aprobó en la Comisión de Movilidad el 21 de marzo y desde ese mismo día entró en vigor la medida aunque con una permisividad total ya que los coches siguieron circulando por ese tramo de apenas 300 metros entre las calles Martínez Villena y Carnicerías. Tras esas denuncias de permisividad, el equipo de gobierno mandó a la Policía Local para «informar» a los conductores de la restricción al tráfico, y después pasó a la acción mandando al 'multacar' que en apenas un rato impuso más de un centenar de sanciones.
Protestas
Mientras tanto, los comerciantes iniciaron una campaña de rechazo que comenzó con la colocación de carteles porque consideraban que el cierre al tráfico de ese tramo de calle suponía la «muerte para sus negocios». Incluso llegaron a realizar una encuesta entre el medio centenar de comercios ubicados en esos 300 metros cuyo resultado fue un masivo rechazo a la peatonalización.
Y ello pese a que durante los meses previos se fue preparando el terreno para cerrar al tráfico la calle. Primero se cerró al tráfico durante unos meses para arreglar ese tramo dejándola con una rasante única y mejorando el mobiliario urbano y el adoquinado, y después con otro cierre de varias semanas en el que se mejoró el cruce con las calles Carnicerías y Tinte.
Además, en Navidad se hizo un ensayo general con el cierre al tráfico por las tardes que tampoco convenció a los comerciantes, pese a que los estudios realizados previamente destacaban las ventajas para el pequeño comercio de esa zona. El rechazo de los comerciantes hizo que la decisión tomada por el equipo de gobierno que dirigía la exalcaldesa Carmen Oliver fuese más que tibia. Se les pidió que dieran tiempo para evaluar si la peatonalización había funcionado para determinar si había beneficiado o perjudicado al pequeño comercio, pero el sector siguió rechazando la medida.
Con todo ello el nuevo intento de peatonalizar la calle del Rosario ha tenido el mismo final que todos los demás, una nueva marcha atrás, que ha llegado de la mano del cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Albacete. De hecho, la que ahora es alcaldesa de Albacete, Carmen Bayod, se comprometió con los comerciantes, que se oponían frontalmente a la medida, a volver a abrir al tráfico la calle. Dicho y hecho, según el presidente de los comerciantes albaceteños, Lorenzo López, al día siguiente de la victoria electoral Bayod le reiteró su intención de «despeatonalizar» la calle, una decisión que esperan que se tome como muy tarde para el mes de julio. De hecho, la inmensa mayoría de los comerciantes ya han quitado los carteles contra la peatonalización que formaban parte de la campaña de rechazo contra el cierre al tráfico de la calle del Rosario.
Con esta decisión los comerciantes están «más que satisfechos» porque se trataba de una reivindicación del colectivo «para evitar la muerte de nuestro comercio tradicional».
La propia alcaldesa de Albacete confirmó a este diario que ha dado las «órdenes oportunas» tanto para abrir al tráfico la calle Rosario, como para modificar la Ordenanza Cívica con el fin de prohibir el botellón y el ejercicio de la prostitución en la vía pública.
A la espera de informes
Bayod no pudo confirmar la fecha exacta en la que se producirá este cambio en la calle Rosario, «porque tenemos que seguir los pasos oportunos y someternos a lo que diga la normativa», pero por lo que dejó ver el cambio será inminente. Por el momento, el equipo de gobierno ya ha encargado a los técnicos los informes oportunos para hacer este cambio en la ordenación del tráfico de esta céntrica calle. La alcaldesa aclaró que si abren de nuevo al tráfico esta calle no es solo porque se comprometieron con los comerciantes, sino también porque «ya dijimos que esta era una medida improvisada y que no había sido consensuada, que consistió simplemente en poner unos carteles que, por cierto, no siempre se cumplen».
Con ello se pondrá fin a un nuevo intento de peatonalización de la calle, cuyo debate comenzó hace ya más de quince años cuando también se cerró al tráfico por un tiempo y posteriormente se volvió a abrir tras las quejas de los comerciantes.
Fuente: laverdad.es