Denuncian la inseguridad en las áreas de servicio o en los pasos fronterizos
Al aumento de los peajes, la bajada en las cifras de negocio y el nuevo IVA que entrará en vigor este sábado, 1 de septiembre, a los transportistas hay otro tema que les quita el sueño: el de la constante inseguridad a la que se enfrentan.
Como reconocen desde la Asociación de Transportistas de Albacete (ATRALBA), integrada en FEDA y que preside Enrique Jiménez, vienen detectando un aumento en el número de robos que se producen a camiones, principalmente de combustible, pero también de la carga, sobre todo en los pasos fronterizos o las áreas de servicio.
En los últimos meses, la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha ha informado de diversas detenciones relacionadas con el robo de combustible, por ejemplo en Aguas Nuevas, pero desde ATRALBA, su presidente, Enrique Jiménez, reconoce que en el sector «hay miedo por la inseguridad a la que estamos expuestos».
«Nos roban cualquier cosa», lamenta Enrique Jiménez quien subraya que «hay una gran sensación de inseguridad en el sector, al igual que ocurre con los agricultores y el robo de cobre, ahora están robando también el combustible de los vehículos».
Sin querer entrar en muchos detalles para que no sirva como 'efecto llamada', Jiménez hace referencia al elevado precio del combustible -ahora en máximos históricos y con otra subida a partir del 1 de septiembre por el aumento del IVA- y detalla que si un depósito de un camión puede llevar cientos de litros «les salen las cuentas».
Además, ponen sobre la mesa otro problema; la facilidad que los delincuentes encuentran para dar salida al combustible robado, si es que desean venderlo, porque otras veces suponen que lo esconden para uso propio.
Años en caída
El aumento de la inseguridad es solo uno de los muchos problemas que sufre un sector que lleva «tres años de goteo incesante de despidos y de cierres de empresas», como lamenta el presidente de ATRALBA, asociación integrada en la Confederación de Empresarios de Albacete, FEDA..
Enrique Jiménez advierte que en estos tres años se han producido «cientos de cierres en la provincia». Así, ellos han pasado de tener más de trescientos asociados a menos de 190 «y el descenso ha sido por cierres».
Además, apunta que «esto no es lo peor» y que «en lo que queda de 2012 y el próximo año 2013 seguirá la sangría y se perderán más empresas y puestos de trabajo».
Sí reconoce el presidente de la Asociación de Transportistas de Albacete que, en los años de bonanza y antes del comienzo de la crisis, el mercado estaba «sobredimensionado» y que «había crecido más la oferta que la demanda», porque era «lógico» que se fuese equiparando la oferta a la demanda, aunque no esperaban los malos datos que manejan en la actualidad. En este contexto, los transportistas de la provincia demandan a las administraciones ayudas al sector «que está algo olvidado».
Jiménez detalla que esas ayudas que les harían los negocios algo más viables pasarían por aspectos como la reducción de las tasas en cuanto a peajes -lamentando que «además ahora se van a incrementar»- con la devolución o compensación del céntimo sanitario o no cargándoles el céntimo verde «del que comienza a hablarse ahora que podría entrar en vigor».
Sobre la subida del IVA lamenta que «irremediablemente» en algo tendrá que afectar al precio final de su producto «porque el sector trabaja ya con los márgenes muy ajustados».
Defensa en Europa
En un ámbito más general, el presidente de Atralba hace un llamamiento a los gobiernos «para que nos protejan más en Europa» y señala los problemas de seguridad a los que se enfrentan en los pasos fronterizos. Además, también exige al Gobierno central «más flexibilidad en cuanto al mercado laboral que es muy rígido» y que no se corresponde «con los graves momentos de crisis económica».
A este respecto, Enrique Jiménez recuerda que se trata de un sector que da trabajo a unas dos mil personas en toda la provincia y que encadena años de crisis económica, por lo que hace un llamamiento a las instituciones para que apuesten por líneas de ayudas que puedan favorecer la recuperación del sector.
Respecto al problema de la competencia desleal que pueden sufrir otros sectores como el del taxi, por la crisis económica, el presidente de Atralba subraya que «este es un problema que nosotros no tenemos porque sí que es cierto que estamos muy controlados y que es difícil que alguien trabaje de forma desleal en este sector».
En su contexto
30% de las empresas del transporte que había en la provincia han acabado cerrando durante los últimos tres años como consecuencia de la grave crisis económica que padece el sector. «Cada mes cierran una o dos empresas», advierte el presidente de la Asociación de Transportistas de Albacete.
2.000 trabajadores desarrollan su labor en la provincia de Albacete en el sector de los transportes. Muchos de ellos son autónomos, con pequeños negocios que atraviesan graves momentos de dificultades por la subida de costes como los peajes o el combustible y la merma de la oferta laboral.
1,5 euros es el precio del litro de combustible en la actualidad. Se encuentra en máximos históricos y se calcula que subirá otros tres céntimos en este fin de semana, como consecuencia de la subida del IVA, que entra en vigor este sábado, 1 de septiembre. Es uno de los costes más elevados para el sector.
300 litros puede llegar a llevar de carga en el depósito un camión, lo que hace que aumenten los robos de este producto y, por tanto, la sensación de inseguridad de los transportistas, que piden más ayudas ante los momentos de crisis que padece el sector, con menos demanda y productos más caros.
El presidente de la Asociación de Transportistas de Albacete (Atralba), Enrique Jiménez, lamenta que el sector vive «una sangría constante de despidos y cierres de empresas» que dura ya tres años y que cree que no se recuperará ni en todo 2012 ni en el próximo año 2013. Señala que casi todos los cierres son «de autónomos» y pide ayuda a las administraciones para un sector que da empleo a unas dos mil personas en toda la provincia pero se enfrenta a problemas que dificultan su viabilidad, con una merma considerable de la demanda, que ha ido crecido a la vez que los gastos de producción, especialmente del combustible.
Fuente: laverdad.es