Simulan ser de la Policía o Guardia Civil para conseguir anunciantes
Agentes de la Comisaría de Albacete han detectado que comerciantes de la capital están recibiendo llamadas telefónicas de un supuesto Gabinete de Prensa de la Policía tratando de contratar anuncios para insertar en revistas del cuerpo.
La primera llamada, después de presentarse como personas de la Policía o Guardia Civil, se limita a ofrecer la posibilidad de contratar anuncios, pero cuando notan reticencia o negativa vuelven a llamar haciéndose pasar por Guardia Civil o Policía, esta vez coaccionando claramente o sugiriendo la ventaja que puede suponer estar a bien con estos cuerpos: “….usted sabrá, recuerde que tenemos todos sus datos, y ya sabe cómo va lo de las multas…”
Tal y como se ha advertido en otras ocasiones, suplantar la identidad de otro usuario con intención de defraudar o amedrentar es algo grave, máxime si el suplantado es una Institución como el Cuerpo Nacional de Policía o la Guardia Civil.
Periódicamente, los comerciantes consultan sobre la legitimidad de llamadas telefónicas y mensajes de correo de supuestas revistas de la Guardia Civil que buscan su colaboración económica a base de la contratación de anuncios publicitarios.
La revista oficial del Cuerpo Nacional de Policía es editada por la Oficina de Relaciones Informativas y Sociales, y jamás contacta con comercios para solicitarles dinero a cambio de publicidad.
Asociaciones, fundaciones, agrupaciones y otros colectivos, simpatizantes o relacionados con la Policía o la Guardia Civil hay muchos, algunos publican revistas o boletines informativos, pero contratan editoras y empresas de publicidad para conseguir financiarlas, pero deben identificarse con claridad para no inducir a error a los potenciales anunciantes, jamás simular ser miembros de los cuerpos para lograr mediante argumentos intimidatorios la voluntad de los comerciantes.
Hay personas o empresas que no dudan en aprovecharse del nombre de nuestras instituciones en beneficio propio, recopilando datos personales y financieros de empresas y particulares.
No se debe aceptar, y denunciar inmediatamente, estas suplantaciones en la red o por teléfono. Hay que verificar la identidad del interlocutor solicitando más datos o un teléfono/correo para devolver la llamada.
La primera llamada, después de presentarse como personas de la Policía o Guardia Civil, se limita a ofrecer la posibilidad de contratar anuncios, pero cuando notan reticencia o negativa vuelven a llamar haciéndose pasar por Guardia Civil o Policía, esta vez coaccionando claramente o sugiriendo la ventaja que puede suponer estar a bien con estos cuerpos: “….usted sabrá, recuerde que tenemos todos sus datos, y ya sabe cómo va lo de las multas…”
Tal y como se ha advertido en otras ocasiones, suplantar la identidad de otro usuario con intención de defraudar o amedrentar es algo grave, máxime si el suplantado es una Institución como el Cuerpo Nacional de Policía o la Guardia Civil.
Periódicamente, los comerciantes consultan sobre la legitimidad de llamadas telefónicas y mensajes de correo de supuestas revistas de la Guardia Civil que buscan su colaboración económica a base de la contratación de anuncios publicitarios.
La revista oficial del Cuerpo Nacional de Policía es editada por la Oficina de Relaciones Informativas y Sociales, y jamás contacta con comercios para solicitarles dinero a cambio de publicidad.
Asociaciones, fundaciones, agrupaciones y otros colectivos, simpatizantes o relacionados con la Policía o la Guardia Civil hay muchos, algunos publican revistas o boletines informativos, pero contratan editoras y empresas de publicidad para conseguir financiarlas, pero deben identificarse con claridad para no inducir a error a los potenciales anunciantes, jamás simular ser miembros de los cuerpos para lograr mediante argumentos intimidatorios la voluntad de los comerciantes.
Hay personas o empresas que no dudan en aprovecharse del nombre de nuestras instituciones en beneficio propio, recopilando datos personales y financieros de empresas y particulares.
No se debe aceptar, y denunciar inmediatamente, estas suplantaciones en la red o por teléfono. Hay que verificar la identidad del interlocutor solicitando más datos o un teléfono/correo para devolver la llamada.