El director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, ha reconocido hoy que el ajuste de la economía española, en pleno cambio de ciclo, "se ha hecho más pronunciado" de los previsto en los primeros meses de 2008 y ha añadido que, actualmente, la economía camina entre "incertidumbres" y "riesgos predominantemente a la baja".
Además, Malo de Molina ha advertido que "existe un riesgo indirecto de que si se prolonga la situación de sequía de los mercados internacionales los bancos españoles podrían tener dificultades para obtener financiación, pero de momento estos problemas no existen".
Por ello, Malo de Molina, que ha participado hoy en la jornada inaugural de la Conferencia Inmobiliaria de Madrid 2008 (CIMO 2008), ha condicionado la evolución de la economía durante 2008 al mantenimiento del dinamismo de las economías internacionales, a la duración de las perturbaciones financieras y al mayor o menor impacto de la crisis crediticia, ya que de ello dependerá que el ajuste sea más o menos intenso.
Asimismo, el jefe del Servicio de Estudios del Banco de España ha apuntado que el actual repunte de la inflación también presenta "riesgos al alza".
Buena parte del ajuste de la economía se debe a una desaceleración de la demanda interna, principalmente en el caso de la inversión en construcción, según Malo de Molina, quien ha achacado este proceso a los altos precios de la vivienda que, según ha dicho, "han desbordado la tendencia general de los precios".
En este punto, el jefe de los Servicios de Estudios de la institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha recordado que desde su seno ya se venía advirtiendo desde 2005 que se estaba produciendo una sobrevaloración de las viviendas.
Los precios de la vivienda, por debajo del IPC
Así, el economista ha indicado que, una vez han tocado techo estos precios, se ha iniciado una "fase de reabsorción", de forma que éstos ya crecen, "probablemente", por debajo del IPC.
Con todo, ha querido reseñar que este ajuste de precios se producirá sin que se observen caídas de precios nominales "abultadas", como apuntan algunos analistas, en clara alusión a la previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que espera un descenso de precios reales de entre el 15% y el 20%.
Fuente: elpais.es