El Euríbor va camino de convertirse, para una buena parte de los españoles, en el monstruo deforme que dibuja Forges en sus viñetas. Desde luego ya es una palabra maldita, un sinónimo de problemas para los hipotecados. Ayer el Euríbor a 12 meses marcó un nuevo récord diario anual y alcanzó la cota psicológica del 5%, un nivel que no registraba desde diciembre de 2000, según los datos provisionales.
La media mensual de mayo se encuentra en el 4,969%. Si este indicador cierra el mes en el 5%, se situaría 0,627 puntos por encima de la tasa registrada en mayo del año pasado, cuando se colocó en el 4,373%, y sería 0,18 puntos más alto que el Euríbor de abril, que fue del 4,82%.
¿En cuánto repercutirá en la factura media? Aproximadamente supondrá una subida de cuota mensual de unos 60 euros para una hipoteca media que, según el INE, es la que tiene una cuantía de 169.320 euros. En doce cuotas, el incremento será de unos 720 euros.
La cuestión clave ahora es qué camino seguirá el Euríbor. Lo peor es que muy pocos se atreven a predecirlo. En lo que sí hay consenso entre los expertos es en que tiene pocas posibilidades de bajar de los niveles actuales. La mayoría cree que se mantendrá alrededor del 5%, un poco más arriba o ligeramente por debajo. Otros apuestan por que seguirá creciendo hasta el 5,2%. Según la Asociación Hipotecaria Española, "esta subida es una mala noticia que elevará la morosidad bancaria de los hipotecados".
"La subida del Euríbor se ha producido porque los inversores han eliminado la posibilidad de bajadas de tipos del Banco Central Europeo (BCE) en los próximos meses. Los precios del petróleo, los buenos datos de actividad de Alemania y el endurecimiento del discurso del BCE tienen la culpa", apunta José Carlos Díez, economista jefe de InterMoney. En su opinión, es difícil que el BCE baje tipos a corto plazo y que disminuya la prima de riesgo "por lo que nos tenemos que acostumbrar al Euríbor próximo al 5% por un tiempo". Según los datos de los mercados, los inversores apuestan por tipos del BCE al 4% durante 12 meses más.
Según fuentes del Sabadell, el dilema actual es si la presión inflacionista (por el petróleo y la marcha de Alemania) es tan fuerte como para no subir los tipos y dejar que las economías se desaceleren o, por el contrario, la caída de la economía es tan fuerte que hay que bajar los tipos, aunque suba la inflación. Lo que no dudan los expertos de esta entidad es que para Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, la inflación seguirá siendo la prioridad.
Por otro lado, los registradores pidieron ayer medidas al Gobierno para salir de esta situación. "La crisis no ha tocado techo", dijo ayer el decano del Colegio de Registradores, Eugenio Rodríguez Cepeda. Aunque es algo que muchos ya sabían, lo novedoso es que el máximo representante de un órgano muy poco acostumbrado a estridencias hable con tanta claridad de los reveses del sector inmobiliario y el financiero. Además, el vicedecano del Colegio, José María Alfin pidió al Gobierno que se implique en la solución de los problemas de la vivienda.
"Estoy convencido de que lo hará, pero para salir de esta situación, es básico que el ministerio impulse la vivienda protegida y abarate el coste de repercusión del suelo", añadió Alfín en la clausura del XVI Congreso Internacional de Derecho Registral celebrado en Valencia. Los promotores también han pedido que se agilicen los trámites urbanísticos para que el proceso de recalificación de suelo sea más rápido y barato. Los registradores creen que la morosidad del sector llegará al 3%, "pero todavía estaremos lejos del 7% de la crisis de 1993", avisó el responsable de relaciones institucionales, José Tomás Bernal Quirós.