Una vez fijadas las bases para atajar las turbulencias financieras, ahora toca abordar los problemas que amenazan a la economía real de los países europeos. En este marco, la Comisión Europea ha urgido hoy a los Estados miembros a que adopten medidas conjuntas y coordinadas para minimizar el impacto de la crisis en los ciudadanos, luchando contra el desempleo y la pérdida de poder adquisitivo. Pero como con las buenas intenciones no basta, también ha anunciado la apertura de nuevas vías de financiación o la modificación de las ya existentes para llevarlas a cabo.
Concretamente, el ejecutivo de la UE, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de adelantar los pagos previstos en las políticas Perspectivas Financieras de la UE para el periodo 2007-2013, que comprende el presupuesto de las políticas de cohesión y que asciende a 350.000 millones de euros, para poner en marcha iniciativas inmediatas con el objetivo de estimular la demanda y el empleo.
En palabras de su presidente, Manuel Durâo Barroso, un "plan de recuperación" de amplio alcance con medidas que pueden entrar en vigor a corto plazo para facilitar que Europa recupere una senda de crecimiento sostenido y aliviar a las familias y colectivos que más están sufriendo el deterioro económico. Asimismo, aunque ha descartado modificar el Plan de Estabilidad -que fija un límite déficit máximo del 3% y unas previsiones de inflación del 2%-, sí ha dejado la puerta abierta para flexibilizar estos parámetros.
Entre las actuaciones que deben ponerse en marcha de forma inmediata y que serán presentadas por la Comisión Europea el próximo 26 de noviembre, Bruselas pone el énfasis en ayudar a los parados a volver al mercado laboral, impulsar la inversión en infraestructuras de transporte, energía y alta tecnología para crear empleos a corto plazo y no abandonar la lucha contra el cambio climático y en favor de la eficiencia energética.
Otras vías de financiación
A parte de adelantar los fondos previstos en las Perspectivas Financieras, de los que ya se ha consumido la parte correspondiente a los dos primeros años de su periodo de aplicación -aproximadamente unos 100.000 millones-, el Ejecutivo comunitario ampliará de 12.000 a 25.000 millones los mecanismos de asistencia regulados en el Tratado y que han servido para acudir en rescate de Hungría con 6.500 millones. Este aumento se financiará, según ha concretado el responsable europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, a través de la emisión de bonos de deuda pública.
Asimismo, ha propuesto a los países el aumento de su dotación de capital para el Banco Europeo de Inversiones (BEI) con el objetivo de ofrecer financiación a las empresas en esta fase de estrechez de crédito o, en una línea diferente, aumentar los preceptos en los que se puede recurrir al Fondo de Ajuste ante la Globalización. En la actualidad, esta partida se emplea para, por ejemplo, evitar la deslocalización de empresas a otras regiones de fuera de la UE y ahora, Bruselas pretende extenderlo a los provocados por la crisis de la economía real.
En este sentido, Almunia ha recordado en este sentido que la UE afronta esta crisis con una situación fiscal bastante saneada y animó a los países a utilizar "todo el margen de maniobra" que les da el Pacto de Estabilidad.
Fuente: elpais.com