El consejo de administración muestra su confianza en el equipo rector
Cuando todo el mundo esperaba un anuncio de fusión con Unicaja, el presidente de Caja Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó, cerró la reunión del Consejo de Administración con un mensaje de «tranquilidad» y «confianza» a los impositores y trabajadores de CCM. Según ratificó, «sus esfuerzos, sus ahorros y sus intereses no están bajo el más mínimo riesgo». La no alusión a Unicaja la justificó en el hecho de que «esta entidad no puede estar a expensas de rumores».
La reunión del Consejo de Administración de la Caja celebrada en la tarde de ayer en Toledo -que fue sin lugar a duda la más larga de la etapa Moltó- fue de carácter meramente «informativo» y se saldó con un «amplio acuerdo sobre la conveniencia de estudiar alternativas de futuro». Alternativas que no concretó pero que basó en un claro objetivo: aportar solidez y proyección a la caja.
«Hay que dar un paso que nos sitúe en el futuro. Hay muchas alternativas, algunas conocidas, otras publicadas y otras por estudiar y conocer», aseguró.
Asimismo, denunció «la brutal campaña» que sufre CCM «desde hace más de un año». En este sentido, exigió «respeto» para «el más de un millón de clientes de la entidad y sus cerca de 3.000 trabajadores», y reiteró la solvencia y garantías que sigue ofreciendo la entidad.
La reunión contó con las ausencias esperadas de los populares Emilio Sanz y la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, cuyas dimisiones ya han sido presentadas. No obstante, Hernández Moltó les dejó «las puertas abiertas» para su retorno.
El resto de los consejeros -incluidos los también populares Tomás Martín Peñato y Germán Chamón- fueron puntuales a su cita y ratificaron con su presencia su confianza sobre el equipo rector de la entidad. La puntualidad fue tal que Ángel Nicolás, que tomaba posesión de su cargo en sustitución de Jesús Bárcenas, arribó casi 15 minutos antes de la hora.
Nada sobre Unicaja
Tras la reunión, miembros del Consejo consultados por La Tribuna confirmaron que durante la reunión de ayer no se abordó la posible fusión con Unicaja, sino la situación actual de las cajas españolas y de las posibilidades que se abren para la entidad castellano-manchega.
Asimismo, cerraron filas en torno a Moltó, exigiendo el fin de los ataques injustificados contra la entidad y ratificando su solvencia. Según afirmaron, los resultados de la entidad al cierre de 2008 presenta unos beneficios de dos dígitos. Explicaron que se habló sobre todo del futuro de la caja, y establecieron una posición común, que es que CCM «mirará hacia el futuro con el objetivo de posicionarse mejor y de una manera más fuerte, ofreciendo un mejor servicio».
Fuente:latribunadealbacete.es