El Gobierno ha aprobado el PERTE (Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica) para impulsar la competitividad, la sostenibilidad y la trazabilidad del sector agroalimentario. El objetivo de este PERTE es apoyar el crecimiento económico sostenible, la digitalización y la cohesión territorial de este sector. Contará con una inversión pública de unos 1.000 millones de euros hasta 2023.
Ejes prioritarios del PERTE agroalimentario
Después de un largo proceso de disputa, la OMC ha determinado que las ayudas otorgadas por la UE (Reino Unido, Francia, Alemania y España) a Airbus son incompatibles con la OMC, y autoriza a Estados Unidos a imponer medidas de retorsión a productos europeos, en forma de aranceles adicionales, por valor de casi 7.000 millones de euros.
En este contexto, la Oficina de Comercio de Estados Unidos (US Trade) ha publicado una lista provisional de productos españoles y europeos que serán objeto de sanción a partir del 18 de octubre de 2019. La lista publicada puede consultarse pinchando aquí.
En concreto, estas cargas afectarán a productos europeos relacionados con el textil, la aeronáutica civil, la metalurgia, la maquinaria y al sector agroalimentario. En España afectará a los productos agroalimentarios (con un arancel adicional del 25%).
Entre los productos agroalimentarios más afectados por esta medida destacan el aceite de oliva, las aceitunas, los productos porcinos, los vinos y licores (superiores a 14 grados), quesos, yogures, mantequilla, fruta, (entre ellas naranjas, limones, melocotones, clementinas y cerezas), jugos de fruta y vegetales, gelatinas de fruta, galletas y almejas, entre otros.
Estos aranceles no incluyen los impuestos independientes que los productos puedan tener para su entrada al país.
Las organizaciones empresariales de las que formamos parte ya han alertado sobre la situación que puede crear en varios productos españoles el anuncio, por parte del gobierno estadounidense, de subida de aranceles a productos importados desde la UE.
Las Asociaciones Empresariales ya hemos trasladado nuestra preocupación ante esta medida de la Administración estadounidense y advertimos del efecto negativo que conllevaría este escenario para los productos españoles, especialmente para la industria agroalimentaria.
Los empresarios españoles piden al Gobierno de España y a las autoridades de la Unión Europea la máxima colaboración y esfuerzo para evitar la imposición de aranceles.